Dar la vuelta a los Países Bajos en bicicleta supone no sólo visitar metrópolis de importancia mundial, sino también sus lugares más apartados e inexplorados. Descubre en profundidad este país que mantiene una "guerra" por conservar sus fronteras contra un enemigo poco usual: el mar.
En español, los Países Bajos, son ampliamente conocidos como Holanda pero en realidad Holanda es el nombre de las dos regiones más importantes del país: Holanda Septentrional y Holanda Meridional. Éstas son dos de las doce provincias en que se divide administrativamente el Reino de los Países Bajos. Del neerlandés "Hol-land" se podría traducir como "Tierra baja" o "Tierra en la hondura", este detalle es importante a la hora de hacer el viaje ya que no hallaremos grandes altibajos. Nos encontramos en un país plano que hace frontera con Bélgica en el sur, Alemania en el este y el mar del Norte en su parte septentrional. También son dominio de los Países Bajos, en la zona del Caribe, las Antillas Neerlandesas y Aruba.
A través de los años los Países Bajos han destacado por su carácter libertario respecto a sus vecinos europeos en temas como: prostitución, eutanasia, aborto, uniones homosexuales o legalización de drogas blandas. Los Coffeeshops se hayan bajo el control legal del gobierno holandés y en ellos toda persona mayor de 18 años puede comprar hasta cinco gramos de marihuana o hachís para su consumo dentro del local o en el domicilio particular. El consumo en la vía pública está prohibido así como la venta y el consumo de drogas duras.
El país alberga diversas instituciones internacionales como: el Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia , la Corte Internacional de Justicia y la Europol (Agencia de Inteligencia Criminal de la Unión Europea).
Prepárate bien: ¡vas a recorrer todo un país sobre dos ruedas! Siempre dependiendo del estado físico y el tiempo que cada uno tenga para realizar el viaje, esta ruta nos puede llevar de 8 a 15 días, sin hacer un enorme esfuerzo sobre nuestra bici.
Hay que hacerse a la idea que será difícil estar solos durante el trayecto en bici. El amor que tienen los holandeses por este medio de transporte se nota en cada ciudad y en cada uno de los caminos acondicionados para bicicletas que transcurren por todo el país. Acostúmbrate a decir "Goede morgen" (Buenos días) o "Dag!" (¡Hola!) al pasar. Aunque la gran mayoría de los holandeses hablan inglés de forma fluida nunca está de más un saludo amistoso en el idioma propio del país. Tampoco es nada raro encontrar holandeses que hablen además alemán, español o francés. Su televisión es en versión original, al igual que en Portugal y en los países escandinavos, buenos ejemplos que podrían ser copiados por el resto de países europeos para un mejor entendimiento entre todos en el futuro.
Aunque la vuelta a Holanda es un itinerario circular hemos querido marcar un inicio y lo hemos hecho en La Haya. La razón: en 2003 realizamos este viaje después de haber pasado un año como estudiantes Erasmus en el Instituo Superior de Estudios Europeos en esta ciudad, por lo que la conocemos bien.
Como todo en Holanda, el caso de La Haya es "curioso". Por razones históricas es la capital política del Estado pues alberga las dos cámaras además de ser residencia real. Las embajadas extranjeras se encuentran aquí, y la Corte Suprema también. Sin embargo, la capital oficial es Amsterdam.
La Haya es la tercera ciudad mas poblada de los Países Bajos, después de Amsterdam y Rotterdam.
A destacar:
El Binnenhof .El impresionante Parlamento holandés es el centro político de los Países Bajos, merece la pena acercarse por la noche para verlo iluminado. El edificio alberga además el Mauritshuis. Magnífico museo de pintura clásica holandesa que incluye piezas como "Lección de anatomía" de Rembrandt, o "La joven de la perla" de Veermer.
El Gemeentemuseum. Museo de pintura y escultura de los últimos dos siglos. Los amantes del arte contemporáneo encontrarán aquí la mayor colección de pinturas de Piet Mondriaan.
Madurodam. Es una ciudad en miniatura que incluye cientos de replicas de monumentos y de los edificios más representativos de cada ciudad de Holanda.
Scheveningen. Es la playa más turística y concurrida de los Países Bajos. Situada a veinte minutos en bici del centro de la ciudad es una zona recreativa de gran interés. Los días soleados podremos disfrutar de sus cafés y restaurantes con terraza sobre el paseo marítimo, visitar el acuario o el famoso De Pier, curiosa construcción sobre pilares realizada dentro del mar que alberga una torre panorámica. La vida nocturna en Scheveningen es también bastante animada con numerosos pubs, discotecas, karaokes y el conocido Holland Casino.
La Haya cuenta con casi setecientos parques y bosques repartidos por toda la ciudad donde podremos disfrutar de un buen paseo en bicicleta. El más importante es el Haagse Bosch (Bosque de La Haya) en cuyo interior alberga la Huis ten Bosch (Casa del Bosque) una construcción barroca del siglo XVII decorada con grandes frescos y que en la actualidad es la Residencia de la Reina Beatriz.
Además en el mes de julio La Haya alberga el ParkPop, el concierto al aire libre gratuito más grande de Europa, con grupos musicales internacionales. Y los amantes del jazz no deben dejar pasar la oportunidad de candar las bicis durante tres días en agosto para asistir al "North Sea Jazz Festival", uno de los mayores eventos de este estilo musical en todo el continente.
Es una pequeña ciudad con una gran importancia histórica que se encuentra a menos de media hora en bicicleta del centro de La Haya. El paseo transcurre en su totalidad por carril bici a orillas de un canal hasta que la Torre Inclinada nos da la bienvenida a una de las ciudades más antiguas y mejor conservadas de Holanda. Delf está rodeada de canales y es conocida por su clásica porcelana azul. Los fines de semana hay mercado tradicional en la Plaza Markt.
La segunda ciudad de los Países Bajos se distingue notablemente del resto por su arquitectura contemporánea. Tras la Segunda Guerra Mundial, Rotterdam quedó devastada y tuvo que volver a ser reconstruida. Para ello se organizaron diferentes concursos en los que participaron proyectos reconocidos mundialmente. Hoy podemos encontrar un estilo que no encarna su herencia flamenca pero que da un paso hacia la vanguardia de la mano de arquitectos contemporáneos como Rem Koolhas. La ciudad está situada a orillas del Rhin y se comunica con el Mar del Norte gracias al Europoort, el puerto más grande de Europa y segundo del mundo después de Singapur. Recomendamos no dejar pasar una visita al Kunsthal, buenas exposiciones de diseño y arte contemporáneo.
El queso de Gouda es mundialmente conocido y atrae cada año a numerosos visitantes. Se vende todos los jueves en tradicional mercado de quesos situado en la Plaza Central: Markt Plein , donde además se encuentra el Ayuntamiento.
La ciudad más céntrica de los Países Bajos es la cuarta en población. es particularmente agradable para dar un paseo por sus numerosos canales o visitar su célebre catedral. Es una ciudad con una animada vida estudiantil ya que posee la universidad más grande de los Países Bajos (57.000 estudiantes). Los amantes de la arquitectura modernista también pueden visitar la casa Schröder de Gerrit Rietveld, proyectada en 1924, que aún resulta llamativa por sus líneas rectas influenciada por el movimiento "De Stijl" nacido en Holanda.
Tras el paso por Utrecht una visita obligatoria es el parque nacional de "De Hoge Veluwe". Situado cerca de Arnhem y con paneles por todos los carriles bici para poder llegar, resulta una experiencia única de combinación de naturaleza y arte, ya que alberga en su interior el museo Kroller-Muller, con diversas obras y bocetos de Van Gogh, además de un jardín de esculturas. El parque tiene nada menos que 5500 hectáreas de bosque y caminos arbolados. En su interior podremos dar descanso a nuestras bicicletas y utilizar las bicis que se encuentran a nuestra disposición en diversos puntos del parque de forma gratuita. Existen bicicletas para niños y adultos de libre utilización y que se pueden coger en una parada y dejarlas en otra diferente. La única regla es no candar estas bicis para que todo el mundo pueda disfrutar de ellas durante todo el día. Con suerte podremos ver parte de la fauna que habita en el parque, ciervos, jabalíes, ardillas, aunque difícilmente se acercan a los visitantes. Hay varios camping en los alrededores del Parque y en su interior donde podremos pasar la noche de forma barata y en armonía con la naturaleza.
Entre molinos, canales, girasoles y zuecos, seguimos avanzando hacia el norte, hasta que nos encontramos con las típicas vacas blancas con manchas negras que nos anuncian la entrada a la región de Friesland (Frisia). Éste es el lugar ideal para los amantes de la naturaleza. Frisia conserva su lengua, el frisoland y antiguas tradiciones. Sus habitantes viven principalmente de la agricultura, la ganadería y la pesca. La vida aquí es especialmente tranquila. Frisia es la zona más apartada e inexplorada de los Países Bajos. En esta región es todavía posible encontrar personas que no hablan inglés lo que es totalmente inusual en cualquier otra parte del país. Mientras cruzamos multitud de poblaciones acogedoras y lugares con el encanto especial de esta zona tan particular de Los Países Bajos nos acercamos al gran puente.
El dique Slachtedijk con 42 kilómetros de largo es una impresionante obra de ingeniería que nos recuerda la lucha diaria que mantienen los holandeses para controlar el agua. Es además un puente provisto de una autovía para los coches y un carril bici en paralelo que une las ciudades de Lorentzsluizen y Den Hoever. Al cruzar este puente tendremos a un lado el océano y a otro el mar interior. Aunque no es perceptible a simple vista, entre izquierda y derecha existe un desnivel. Efectivamente el océano está más elevado que el mar interior por lo que si no fuera por los diaues de contención como este, las aguas del océano inundarían una parte muy importante del país.
Los pólder son uno de los símbolos característicos de Holanda. Es el término neerlandés que define las superficies terrestres ganadas al mar. Así pues, por muchos de los caminos por los que circulamos, eran antiguamente territorios cubiertos por agua. Los holandeses se han convertido en auténticos maestros en el arte de conquistar las tierras situadas a orillas del mar agregando tierra y conteniendo el agua. Actualmente se están construyendo nuevos polders alrededor de varias de las islas frisias donde resulta bastante difícil distinguir donde acaba la tierra y empieza el mar ya que en la actualidad en lugar de la clásica orilla hay una zona pantanosa de varios metros de ancho.
Una vez cruzado el puente tenemos varias opciones para seguir camino hacia el sur. Podemos ver el turístico pueblo de Volendam, descender por la costa o hacer una visita a Alkmaar, y disfrutar de la arquitectura tradicional holandesa a través de sus numerosos edificios históricos. Podremos si no pasar por Haarlem, ciudad a la que el barrio neoyorkino debe su nombre. Sea cual sea el recorrido elegido siempre podremos estar seguros que encontraremos un carril bici perfectamente señalizado y adaptado que hará nuestro viaje mucho más cómodo hasta la capital: Ámsterdam.
Será al entrar en esta ciudad cuando nos daremos cuenta de la facilidad con que hemos pedaleado por todo el país. Los miles de turistas y bicicletas que se cruzan, el tranvía, el autobús y nuestros posibles descuidos ante la belleza de la ciudad hacen que haya que estar muy atento para circular en bici por Ámsterdam sin tener un accidente.
Es la capital oficial y centro económico y turístico de los Países Bajos. La ciudad se sitúa entre la bahía del IJ , o mar interior, y las orillas del rio Amstel. En Amsterdam podemos recorrer sus románticos canales y puentes que atraviesan la ciudad con la estructura de una tela de araña, disfrutar de museos de prestigio mundial, de la particular arquitectura flamenca de los siglos XVI Y XVII o de una amplia oferta de ocio y entretenimiento. La vida nocturna es vibrante y especialmente interesante. Sean cuales sean nuestros gustos en Ámsterdam encontraremos un CoffeeShop, un pub, una discoteca o un local que se adapte a lo que buscamos. La bici debe estar siempre bien candada. Al menos con dos candados, para las ruedas y el cuadro. Las estaciones de tren y sus alrededores son los lugares más peligrosos para dejar la bicicleta por la noche. En todas las grandes ciudades de Holanda existe un tráfico de bicicletas robadas bastante importante. Así que si no tienes cuidado puedes encontrarte en la situación de que te ofrezcan tu propia bici en venta unos minutos después de haberla aparcado.
A destacar
La Plaza de Dam. Es la Plaza Mayor de Ámsterdam. En ella se encuentran el Koninklijk Paleis (Palacio Real) Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva), el Monumento Nacional del Dam y el Museo de cera de Madame Tussauds. Las calles de Nieuwendijk y Damrak que van hasta la Central Station son las más concurridas y animadas de la ciudad.
Van Gogh Museum: El artista holandés más cotizado de la época tiene en Amsterdam un espacio dedicado con la mayor colección de sus pinturas en el mundo.
Rijksmuseum: museo de arte clásico que incluye grandes obras de Rembrandt, otro artista holandés por excelencia.
Barrio Rojo: Denominado coloquialmente como Wallen, es el barrio dedicado a la prostitución. Esta práctica está legalizada y regularizada en toda Holanda y este barrio, que se encuentra en la parte antigua, está señalado en todos los mapas ya que se considera una atracción turística. Warmoestraat es la calle más visitada de Amsterdam. A pesar de ser el más famoso, no es el único, las principales ciudades de los Países Bajos tienen su Barrio Rojo.
El único detalle típico holandés que nos faltaba en este viaje son los tulipanes. Habremos pasado por algunos campos a lo largo de nuestro viaje pero en Keukenhof (link), unos kilómetros al norte de Leiden, tenemos el "parque primaveral más bonito del mundo" como se anuncia en su sitio web. Si viajamos entre los meses de marzo y mayo podremos apreciar toda la belleza de la flor más famosa de Holanda y ver la gran amplitud de variedades que existen.
De Leiden a La Haya nos quedan ya muy pocos kilómetros. El aeropuerto de Schiphol tampoco está muy alejado y la tupida red ferroviaria nos permite coger un tren en cualquier ciudad pero una vez que te has recorrido todo un país creemos que es el momento de que intentes la vuelta a casa en bici. Intentalo, no cuesta tanto ; )